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La minería ilegal en pequeña escala, conocida localmente como galamsey, sigue siendo uno de los desafíos ambientales y socioeconómicos más apremiantes de Ghana. A medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2024, este tema ha ocupado un lugar central en los manifiestos y estrategias políticas de los principales partidos, el Nuevo Partido Patriótico (PNP) y el Congreso Nacional Democrático (NDC). A pesar de las múltiples intervenciones a lo largo de los años, la galamsey sigue devastando los recursos naturales de Ghana, especialmente sus masas de agua, bosques y tierras agrícolas, al tiempo que pone en peligro la salud pública y los medios de vida locales.
El impacto ambiental y económico
La magnitud de la degradación ambiental provocada por Galamsey es inmensa. Los principales ríos de Ghana, como el Pra, el Offin y el Ankobra, están muy contaminados, y muchas masas de agua han quedado inutilizables para el riego o como fuentes de agua potable. La deforestación, la pérdida de tierras cultivables y la contaminación por mercurio provocada por los procesos mineros agravan el daño ambiental. Las repercusiones se extienden a la economía, donde las comunidades locales que dependen de la pesca, la agricultura y el turismo están sufriendo graves reveses. Mientras tanto, el gobierno se ve obligado a asignar importantes recursos para la recuperación de tierras y la purificación del agua, lo que agota el presupuesto nacional.
Galamsey y la responsabilidad política
El persistente desafío de Galamsey ha planteado serias dudas sobre la gobernanza, la aplicación de la normativa y la voluntad política. Los críticos del gobierno actual, incluido el líder de la oposición, el Dr. Cassiel Ato Forson, de la NDC, han acusado al gobernante PNP de no frenar la minería ilegal debido a la supuesta corrupción y complicidad entre los funcionarios. El líder de la minoría hizo hincapié recientemente en que el fracaso del liderazgo y la debilidad de los mecanismos de aplicación de la ley han permitido que el problema se agrave, poniendo en peligro el futuro de los recursos naturales de Ghana. Este sentimiento se hace eco de la frustración pública generalizada ante la incapacidad del gobierno para ofrecer soluciones sostenibles a la crisis de Galamsey.
Protestas: Galamsey y los movimientos populares
Las protestas públicas han desempeñado un papel importante al llevar el tema de la galamsey al primer plano de las conversaciones nacionales. Los grupos de la sociedad civil, los activistas ambientales y las comunidades locales han organizado manifestaciones en todo el país para exigir una acción gubernamental más firme para detener la minería ilegal. Uno de los más notables fue el movimiento «#StopGalamseyNow», que reunió a varias partes interesadas para pedir reformas inmediatas para proteger las masas de agua y los recursos naturales de Ghana. Estas protestas han presionado tanto al gobierno gobernante como a los partidos de la oposición para que den prioridad al galamsey como un tema electoral clave, ya que la degradación ambiental causada por la minería ilegal tiene implicaciones directas para los medios de vida locales, la salud pública y la sostenibilidad económica a largo plazo de Ghana.
Además, grupos religiosos como el Consejo Cristiano de Ghana y otras organizaciones interreligiosas han movilizado protestas y campañas de promoción, enmarcando la lucha contra la galamsey como una obligación moral de proteger la creación de Dios. Estos movimientos populares han obligado a la élite política a abordar la cuestión, aun cuando la aplicación de las leyes contra la galamsey sigue siendo incoherente. El ciclo electoral de 2024 está demostrando ser una prueba decisiva para determinar hasta qué punto la clase política está dispuesta a comprometerse para poner fin a esta práctica ante la creciente presión pública.
Las propuestas de las partes: el PNP contra el NDC
Los dos principales partidos políticos reconocen la gravedad de la galamsey y han esbozado estrategias para abordarla, aunque con enfoques diferentes.
El enfoque del PNP: El partido gobernante propone reformar el sector minero en pequeña escala mediante enmiendas a las leyes mineras, simplificando el régimen de licencias para los mineros legales en pequeña escala. También tienen la intención de fortalecer la aplicación de las regulaciones mineras y mejorar los programas de recuperación mediante la utilización de un fondo de recuperación. Además, el NPP busca establecer un banco de desarrollo de minerales para apoyar a los mineros en pequeña escala con operaciones legales y financiar proyectos de minería sostenible.
El plan de la NDC: La estrategia del partido de la oposición se centra en mejorar el acceso a los equipos de minería legales mediante la creación de grupos de equipos de minería en los distritos. El objetivo de esta propuesta es reducir la dependencia de las fuentes ilegales de equipamiento que con frecuencia sirven de apoyo a las operaciones de Galamsey. La NDC también se ha comprometido a desarrollar un marco regulatorio más inclusivo que garantice que los mineros en pequeña escala puedan operar de manera legal y sostenible.
Si bien estas propuestas parecen interesantes, los ciudadanos siguen sin estar convencidos de la capacidad del gobierno para hacerlas cumplir y están ansiosos por ver más acciones y menos conversaciones.
Una nueva fuerza política: la propuesta de la nueva fuerza
Más allá de los dos partidos principales, la Fuerza Nueva, un grupo político emergente, ha ganado atención con un enfoque radical para resolver el problema de Galamsey. La Nueva Fuerza propone establecer un «marco minero comunitario» que involucre a los jefes locales, las asambleas de distrito y las organizaciones de la sociedad civil en el monitoreo y la regulación de las actividades mineras. Hacen hincapié en la descentralización como una estrategia clave, y abogan por una mayor propiedad comunitaria de los recursos naturales y por un modelo cooperativo en el que los ingresos de la minería se reinviertan en proyectos de desarrollo local. Este modelo también incluye un programa integral de restauración de tierras, mediante el cual las antiguas explotaciones mineras se rehabilitarían para convertirlas en empresas agrícolas o de ecoturismo a fin de proporcionar medios de vida sostenibles a las comunidades afectadas por la enfermedad de Galamsey.
Mientras Ghana acude a las urnas en diciembre de 2024, la cuestión de Galamsey se ha convertido en un punto crucial de discordia entre el PNP y la NDC. Sin embargo, algunos analistas creen que ninguna de las partes ha presentado soluciones suficientemente transformadoras para cambiar las estructuras de incentivos que impulsan la minería ilegal. La dinámica política y económica, que incluye el papel de la galamsey en las economías locales y la influencia de figuras poderosas involucradas en la minería, crean un entorno complejo para una reforma significativa. Dado que ambos partidos buscan equilibrar los intereses económicos con la sostenibilidad ambiental, es posible que sus propuestas no aborden las causas fundamentales de la minería ilegal. Sin embargo, ¡los ciudadanos mantienen la esperanza de un cambio!