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Una de las preguntas más importantes en la mente de todos los jóvenes emprendedores es: ¿qué hace que algunos emprendedores tengan más éxito que otros? Lo sé porque cuando fundé mi propia empresa, estaba obsesionada con entender cómo piensan los emprendedores exitosos: ¿qué es lo que los diferencia?
Sorprendentemente, no se trata solo de tener una idea innovadora, tener acceso a la financiación o incluso tener suerte. Muchas personas han creado negocios prósperos sin un concepto revolucionario, sin dinero o incluso sin un golpe de suerte. Entonces, ¿qué es lo que realmente marca la diferencia?
Todo se reduce a la mentalidad. Tu forma de pensar moldea la forma en que ves la vida, ves los desafíos, respondes a los reveses y te adaptas al cambio. Es la fuerza que impulsa tu ascenso a la cima o te esfuerzas por mantener el ritmo.
Si te tomas en serio la creación y el mantenimiento de un negocio exitoso, dominar estas 6 mentalidades clave definitivamente te impulsará en tu viaje hacia el éxito empresarial.
1. Mentalidad de crecimiento
Una mentalidad de crecimiento consiste en abrazar el aprendizaje y disfrutar del proceso de aprendizaje. Los mejores emprendedores nunca dejan de aprender: buscan conocimiento de forma activa, aprecian el esfuerzo que implica y se comprometen con la mejora continua. Su objetivo no es solo tener éxito hoy, sino seguir evolucionando para estar siempre preparados para la siguiente fase del crecimiento de su negocio.
En lugar de preguntar: «¿Puedo hacer esto?» preguntan: «¿Cómo puedo hacer esto mejor?» Esta mentalidad de aprendizaje y adaptación constantes es lo que los mantiene por delante de la competencia.
Cuando fundé mi empresa, era médico y me iniciaba en el mundo de la tecnología. No sabía nada sobre el desarrollo de sitios web o aplicaciones móviles, pero comprendí que si quería crear un negocio tecnológico exitoso, tenía que sumergirme en este campo. Me tomé el tiempo para aprender lo básico, no porque quisiera convertirme en ingeniero de software, sino porque necesitaba entender el proceso lo suficientemente bien como para contratar a las personas adecuadas. Con el tiempo, formé un equipo sólido para gestionar los aspectos clave de mi negocio, pero todo empezó con mi voluntad de aprender y crecer. Y la verdad es que disfruté cada paso del proceso de aprendizaje.
Si quieres tener éxito como emprendedor, adopta la mentalidad de crecimiento. Esté dispuesto a aprender cualquier cosa sobre el campo en el que se está especificando. Cuanto más conocimiento adquiera, más capaz y seguro será para construir un negocio exitoso.
2. Mentalidad de resiliencia
Convierte los reveses en remontadas: hay un dicho que siempre me ha guiado, no solo en los negocios, sino en la vida: «La mayor gloria de la vida no reside en no caer nunca, sino en levantarse cada vez que caemos».
Seamos realistas: el emprendimiento no es un viaje fácil. Los mercados fluctúan, las preferencias de los clientes cambian, surgen competidores, se producen recesiones económicas y siempre surgen desafíos inesperados. Sin embargo, los emprendedores más exitosos no se desmoronan ante la presión; se adaptan, avanzan y encuentran soluciones. No ven los fracasos y los desafíos como obstáculos, sino como obstáculos necesarios y lecciones valiosas que los hacen más fuertes y más sabios como emprendedores.
Un ejemplo perfecto de esta mentalidad es cómo mi socio comercial y yo fundamos nuestra empresa de servicios de recados. Inicialmente, teníamos un plan ambicioso para lanzar un negocio de transporte en Ghana. Sin embargo, dado que ambos estudiábamos en el extranjero, no dejábamos de escuchar historias espeluznantes sobre empresas propiedad de personas que vivían en el extranjero que fracasaban debido a una mala administración. En lugar de dejar que esto nos desanimara, nos adaptamos. Dimos un giro y creamos una empresa de servicios de recados centrada en el monitoreo y la vigilancia empresarial. Contratamos a personas de confianza en Ghana cuyo único trabajo consistía en supervisar nuestras operaciones comerciales y las de nuestros clientes. Al hacerlo, no solo resolvimos un problema importante para muchos emprendedores como nosotros, sino que también crecimos enormemente como propietarios de negocios.
Los desafíos y los fracasos no pretenden detenerlo; son oportunidades para refinar su estrategia, probar nuevas ideas y obtener una ventaja competitiva. La capacidad de recuperarse con más fuerza suele ser lo que separa el éxito a largo plazo de las empresas que se desvanecen. Por lo tanto, cuando las cosas no salen según lo planeado, no lo veas como un contratiempo. Véalo como un trampolín hacia algo aún mayor.
3. Mentalidad calculada para asumir riesgos
Domina el arte de la toma de decisiones inteligentes: todos los emprendedores exitosos, en algún momento, han tenido que correr un riesgo que los puso en el camino hacia el éxito. El riesgo es una parte natural de los negocios, pero los emprendedores inteligentes no se limitan a apostar a ciegas. Asumen riesgos calculados, sopesando cuidadosamente las posibles recompensas mientras se preparan para posibles contratiempos. Cada decisión, ya sea contratar empleados, lanzar un nuevo producto, entrar en un nuevo mercado o revolucionar un sector, debe tomarse con estrategia y previsión.
Una vez hablé con un granjero de Ghana que quería abrir una granja de cabras. Su investigación de mercado reveló que, si bien había demanda de carne de cabra, la raza extranjera que quería introducir carecía del aroma y el sabor distintivos que preferían los consumidores locales. Esto significaba que existía un riesgo real de que sus cabras no se vendieran, a pesar de que eran más grandes y producían más carne.
En lugar de dar marcha atrás, tomó un riesgo calculado: cruzó las cabras extranjeras con las razas locales. Esto le permitió aumentar la producción de carne y, al mismo tiempo, conservar las características que tanto gustaban a los compradores locales. La demanda de sus cabras creció y rápidamente se convirtió en un actor importante del mercado.
Cuando le pregunté qué habría hecho si las cosas no hubieran funcionado, su respuesta fue sencilla: «Un emprendedor siempre debe analizar las posibles recompensas y estar preparado para todos los resultados posibles».
Si está familiarizado con el ajedrez, piense en los negocios como un juego de alto riesgo: cada movimiento es estratégico, cada decisión es intencional y el éxito proviene de una toma de riesgos inteligente. Si el ajedrez no es lo tuyo, recuerda lo siguiente: ten un plan bien pensado, evalúa los posibles beneficios, prepárate para las contingencias, asume riesgos calculados y toma decisiones audaces.
4. Mentalidad impulsada por un propósito
Tenga una visión y vea más allá del presente: los emprendedores más exitosos tienen un firme sentido de propósito y una visión clara. No crean un negocio por el simple hecho de hacerlo, sino que tienen un motivo sólido y pueden ver el futuro antes de que suceda. Saben exactamente dónde quieren que esté su negocio dentro de cinco, diez o incluso veinte años. Esta claridad impulsa la innovación, los mantiene motivados en tiempos difíciles e inspira a sus equipos a seguir adelante.
Fui mentora de una joven que quería iniciar un negocio de palomitas. Cuando le pregunté dónde vería su negocio en los próximos cinco o diez años, no tenía ni idea, lo que, sinceramente, no es sorprendente. Muchos propietarios de pequeñas empresas en Ghana no piensan a largo plazo.
Así que le pedí que se imaginara lo siguiente: ¿Qué pasaría si, un día, tuvieras una planta de procesamiento a gran escala que automatizara la producción y el envasado de palomitas de maíz? ¿Qué pasaría si su producto tuviera una vida útil prolongada y estuviera disponible en todos los supermercados del país? ¿Qué pasaría si su negocio creciera tanto que tuviera plantaciones de maíz para abastecer a su fábrica? ¿Y si construyeras una instalación que la gente pudiera visitar, como la fábrica de chocolate de Charlie?
En el momento en que escuchó esto, sus ojos se iluminaron de emoción. Ese simple cambio de perspectiva le dio un propósito y una dirección, y desde entonces, ha estado haciendo crecer su negocio de manera constante.
Los emprendedores impulsados por un propósito no solo persiguen tendencias, sino que saben exactamente hacia dónde se dirigen y toman decisiones que se alinean con su visión. La capacidad de pensar a largo plazo es lo que separa a las empresas que tienen éxito de las que desaparecen. Siempre que soy mentora de jóvenes emprendedores, este es el primer consejo que les doy: conozcan su propósito, vean el panorama general, comiencen de a poco y dejen que esa visión guíe cada decisión que tomen.
5. Mentalidad de ejecución
Oriéntese a la acción y convierta los planes en realidad: la ejecución lo es todo en los negocios. Hasta que no actúes, tus ideas no serán más que un sueño. Puedes compartir tus conceptos innovadores con cualquier persona, pero no son realmente tuyos hasta que los hagas realidad. Por eso, a menudo no es necesario agobiar a los posibles inversores con acuerdos de confidencialidad (NDA) cuando lo único que se tiene es una idea sobre el papel. Las ideas por sí solas no crean negocios, sino la ejecución.
Los emprendedores exitosos toman medidas, incluso cuando las condiciones no son perfectas. Lanzan, prueban, refinan y mejoran a lo largo del camino.
Una vez hablé con un empresario de Accra, Ghana, que ahora dirige un próspero negocio de suministro de aluminio para puertas y ventanas corredizas. Se le ocurrió la idea mientras vivía en el extranjero, pero dudó durante muchos años, ya que no estaba seguro de si dejar su cómoda vida para iniciar un negocio en el difícil entorno empresarial de Ghana. Sus planes seguían siendo solo eso: planes.
Un día, se topó con un vídeo en las redes sociales en el que se hacía hincapié en el poder de la ejecución decisiva. Tomó medidas de inmediato. Reunió los recursos de los que disponía y tomó la audaz decisión de fundar su empresa en Ghana a pesar de las incertidumbres. En la actualidad, es propietario de cuatro empresas de aluminio y su negocio sigue creciendo.
El mensaje es claro: su ejecución es su verdadera propiedad intelectual.
Si bien muchas personas sueñan con el éxito, los verdaderos emprendedores actúan. La diferencia entre los visionarios y los que se quedan atrás es simple: no esperan el momento «perfecto». Toman decisiones informadas, toman medidas audaces y ejecutan.
6. Mentalidad centrada en el cliente
Cree valor pensando en su cliente: muchos emprendedores en Ghana subestiman el dicho: «El cliente siempre tiene la razón». Pero, en realidad, la forma en que tratamos a nuestros clientes puede hacer triunfar o deshacer nuestro negocio.
Una vez hablé con el propietario de una popular marca de zumos de frutas en Ghana. Antes de lanzar su negocio, dedicaba tiempo a leer reseñas de Google y comentarios en las redes sociales, no sobre su propio producto (porque todavía no tenía uno), sino sobre los de sus competidores. Quería entender de qué se quejaban los clientes para poder crear algo mejor.
Con esa información, lanzó su negocio de zumos y abordó todos los problemas que le habían planteado los clientes: mejorar el sabor, el envasado y el servicio. No se detuvo ahí. Revisaba los comentarios con regularidad, presentaba nuevos sabores, actualizaba los empaques e incluso implementaba la entrega urgente, todo ello en función de lo que querían sus clientes. Algunas personas decían que estaba obsesionado con los comentarios de los clientes, pero esa obsesión convirtió a su marca en un nombre muy conocido. A pesar de que su negocio prosperó, nunca dejó de mejorar.
Como emprendedor, debes obsesionarte con la experiencia de tus clientes, una obsesión positiva, por supuesto. Haz todo lo que puedas para mantenerlos contentos, porque los clientes habituales son la columna vertebral del crecimiento empresarial.
La base de cada negocio exitoso es un profundo conocimiento y compromiso con el cliente. Los emprendedores que se centran en resolver problemas reales, escuchar y adaptarse a las necesidades de los clientes, ofrecer un valor constante y mejorar continuamente la experiencia del cliente crean marcas y negocios que destacan incluso en los mercados más competitivos.
Conclusión
El espíritu empresarial no se trata solo de tener los recursos adecuados, sino de tener la mentalidad adecuada. Los emprendedores exitosos piensan de manera diferente, actúan con decisión, se mantienen resilientes ante los desafíos, crean conexiones significativas y convierten las grandes ideas en negocios prósperos.
Por lo tanto, pregúntese: ¿piensa como un emprendedor exitoso? Si no es así, ahora es el momento de cambiar tu forma de pensar. Tu forma de pensar es tu herramienta más poderosa, y tu forma de pensar hoy determinará el éxito que lograrás mañana.
¿Qué mentalidades le han ayudado a hacer crecer su negocio? ¡Nos encantaría escuchar tu opinión! Comparte en los comentarios y aprendamos unos de otros.